Los antiguos, sin embargo, sabían algo que al parecer nosotros hemos olvidado
— Mis creencias- Albert Einstein
Newton no fue el primer hombre de la Edad de la Razón, fue el último de los magos, el último de los babilonios y de los sumerios, la última gran mente que contemplo el mundo visible e intelectual con los mismos ojos que lo hicieron quienes empezaron a construir nuestra herencia cultural hace casi diez mil años.
— Lord Keynes, en una conferencia a la Royal Society de Londres, 1942.

Alfred North Whitehead, matemático y filosofo inglés (1861-1947), en su discurso de despedida académica, concluyó que, a lo largo de su vida dedicada a la investigación matemática, la dicotomía de la naturaleza en todas sus ramas no podía medirse con exactitud, por lo tanto, la certeza absoluta era una falacia- Exactness is a Fake!Mi abuela llego a una conclusión similar, o de segunda derivada si se prefiere, solo con la experiencia de una vida larga y difícil, afirmando que “lo perfecto es enemigo de lo bueno”. No parece un descubrimiento contemporáneo, más bien, una vieja sabiduría olvidada que se reconfirma una y otra vez, logrando ser transmitida, inclusive, hasta mi abuela y a mí. Parece ser que la aceptación de uno mismo, con las luces y las sombras, es la única "perfección" que podemos aspirar. El Ying Yang de la vida.

Vamos un poco atrás en el tiempo y la historia, para saber de donde viene esta vieja sabiduría...

En el Egipto antiguo, alrededor 2.600 a.c, cuna de las logias y fraternidades místicas, sacerdotes, rituales y conocimiento ancestral, se dice existió un hombre, llamado Hermes Trismegisto, <Tres veces grande> que enseñaba la filosofía hermética. La obra el Kybalion, escrito por Tres iniciados de la hermética, sin identificar (1), enuncia siete axiomas fundamentales de la Naturaleza, solo mencionaré el “Principio de Polaridad” que explica lo siguiente:

«Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.»

Toda la exposición anterior, bastante resumida, porque hay mucho que decir al respecto, enunciaba y explicaba ya en tiempos remotos, la dualidad de la naturaleza, pero no fue hasta el Renacimiento, de la mano de Galileo Galilei (1564-1642), que el método científico se establece como modo de investigación y demostración de diversas hipótesis en el mundo científico. No obstante, cabe mencionar, que hasta el siglo XIX un ciudadano culto inglés, aun creía en la magia y la alquimia. Un claro ejemplo fue el famoso físico, matemático y teólogo, Isaac Newton (1643-1727). En 1936, se subastaron diversos manuscritos de Newton contenidos en una caja metálica, siendo, el celebre economista Maynard Keynes (1883-1946) quien adquirió una gran cantidad de estas, en las cuales se revela la inclinación de Newton por la alquimia y la magia, estudiando también textos y enseñanzas atribuidas a Hermes.

No es de extrañar que grandes pensadores, filósofos, sabios y científicos hayan llegado, hasta donde parece inevitable la convergencia: Ciencia y Espiritualidad, documentada desde los tiempos de la era egipcia ptolemaica.  La ciencia, como la conocemos hoy, bajo el método científico, tiene alrededor de 400 años, a lo largo de este periodo se han confirmado, empíricamente, la mayor parte de los descubrimientos y enunciados de hace miles de años dicho por los antiguos, incluyéndose también nuevos conocimientos. Uno de los descubrimientos de física cuántica, que no hizo más que reconfirmar esta dicotomía en la Naturaleza, corresponden al Principio de incertidumbre de Heisenberg (1927) que afirmaba que es imposible conocer la posición y la velocidad simultáneamente de una partícula de luz. Al tener certeza de una variable, la otra es indeterminada, y esto se debe a que una partícula se puede comportar como corpúsculo y como onda (longitud de onda), eso depende de que este midiendo el observador. Así de simple, parece ser reconfirmado un axioma dicho hace 7.000 años atrás, o seguramente más.

Lo que vive según la razón, vive en contra el Espíritu”. Paracelsum, Padre de la Toxicología 

Notas:

(1)      Se dice que el autor del Kybalion fue William Walker Atkinson. Bibliografía recomendada para profundizar o echar un ojo a las ilustraciones:

-El Kybalion- Tres Iniciados

-Rosarium philosophorum. Secunda pars alchimiae... cum figuris. Frankfurt a.M., 1550.

-Jung, Carl Gustav (2006). Obra completa. Volumen I6. La práctica de la psicoterapia: contribuciones al problema de la psicoterapia y a la psicología de la transferencia. Capítulo XIII. La psicología de la transferencia (1946). Madrid: Editorial Trotta. 

-Vilanova, Arnau de. El rosario de los filósofos. Rosarium Arnaldi. Primera traducción al castellano a partir del original latino, tapa dura. Archivo Hermético 8. Barcelona: Ediciones Indigo, 1998. 

Anterior
Anterior

Voyerismo Digital

Siguiente
Siguiente

Cerebro Enamorado